Durante la visita, además del impresionante telescopio de Herschel pudimos contemplar un péndulo de Focault, situado en la sala principal del observatorio, sextantes, astrolabios, telescopios del siglo XVIII, relojes y también una impresionante biblioteca de época con libros de Astronomía.
Nos sorprendió que en pleno centro de Madrid exista un lugar tan desconocido por los madrileños como este Real Observatorio. Las instalaciones han sido reformadas recientemente y en los últimos meses el museo permanece abierto los fines de semana por la mañana. La visita cuesta 5€ y no está permitido realizar fotografías dentro de las instalaciones (algo inexplicable pues hace unos meses si que era posible).
Al pertenecer el observatorio al Instituto Geográfico Nacional también podremos observar durante la visita diversos instrumentos de esta agencia estatal, como sismógrafos, mapas, teodolitos, etc…
En definitiva, una visita recomendable tanto si vives en Madrid como si estás de paso y te gusta la historia y la ciencia. Como puntos negativos solo podemos destacar la imposibilidad de realizar fotografías y el acceso al observatorio, que no está? correctamente adaptado a discapacitados.