Icono del sitio Cielos Boreales

Primeros pasos en fotografía lunar

El pasado jueves por la noche, mientras veía la televisión sentado en el sofá una luz llamó mi atención a través de la ventana. La Luna comenzaba a aparecer por el horizonte apenas un par de días después de la fase de luna llena y un día después de su apogeo. No pude resistir su llamada y me lancé a sacar el telescopio (el ETX por su facilidad de montaje) y la cámara QHY5. Todavía no había tenido tiempo de probar la cámara en lunar y pensé que sería un momento perfecto para hacer algunas pruebas, tranquilamente desde el salón de mi casa. Las condiciones atmosféricas, con una tremenda ola de calor que nos ha afectado estos días, no eran las mejores y había bastante distorsión atmosférica causada por el calor que desprende todo el asfalto de Madrid, pero Registax es un programa excelente y me ha dejado impresionado con su procesado, obteniendo una imagen bastante nítida no solo de la Luna, sino también de Júpiter, que se encontraba al lado de ésta. También he de destacar el excelente rendimiento del nuevo filtro Neodymium que adquirí recientemente, que filtra los rayos IR y ayuda considerablemente en el enfoque a la vez que ofrece tonalidades más agradables de la Luna, aunque esto dudo que se pueda apreciar en las fotografías en blanco y negro de la QHY5.

Durante la observación me centré en la parte del terminador en la que destacaban dos cráteres por su belleza y majestuosidad, Langrenus y Petavius. Langrenus es un cráter prominente de impacto de 130 Km de diámetro y 2600 metros de profundidad y recibe su nombre de Michel Florent Von Langren, el astrónomo belga que realizó en el año 1600 el primer mapa real de la Luna. En su centro destaca un macizo montañoso formado por picos de alrededor de 1000m de altura.

Un poco más al norte nos encontramos Petavius, que es similar a Langrenus pero algo más grande (188 Km de diámetro). Alcanza la profundidad de 4.500m y sus picos centrales alcanzan los 2.700m. La diferencia de altura de los picos centrales con respecto a los de Langrenus podemos apreciarla si ampliamos la imagen y nos fijamos en la sombra que proyectan estos ¡Impresionante! No he podido en esta toma fotografiar la enorme grieta que cruza este crater, tarea que dejaré en asuntos pendientes.

Finalizada la observación lunar me aventuré a observar Júpiter también a través del filtro de Neodymium y confirmé el efecto del filtro facilitando la distinción de las bandas la banda del gigante gaseoso. Al poner la cámara y capturar el vídeo no obtuve más que una bola difusa y fui pesimista con respecto a poder obtener una imagen nítida de Júpiter pero el posterior procesado con Registax me dejó perplejo. No es que sea una maravilla, pero teniendo en cuenta la calidad del video que capturé os puedo asegurar que es asombroso lo que este software puede conseguir. En cualquier caso quedé muy satisfecho del rendimiento del pequeño ETX con la QHY5.

 

Compártelo
Salir de la versión móvil