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Métodos de autoguiado en astrofotografía

guiado

A la hora de realizar astrofotografía necesitaremos, tarde o temprano, hacer exposiciones muy largas para poder sacar más señal a ese objeto de cielo profundo que tanto nos gusta. Lo que consideremos como exposición muy larga dependerá de la focal utilizada (a mayor focal más difícil es conseguir sacar estrellas puntuales) pero pondremos como referencia exposiciones a partir de 120″ para un equipo básico amateur.

Por muy precisa que sea la puesta en estación de nuestra montura la propia mecánica (a no ser que hablemos de equipos profesionales o semiprofesionales) tendrá casi siempre pequeñas imperfecciones que conllevarán un error de seguimiento del movimiento sidéreo. Este error es conocido como «error periódico» y en algunas monturas podemos corregirlo aplicando un algoritmo PEC (Periodic Error Correction). No obstante la forma más práctica y precisa de solucionar el error periódico y cualquier otro problema de seguimiento (asociado a una imprecisa puesta en estación, por ejemplo) es el autoguiado.

¿Qué es el autoguiado?

El autoguiado es una técnica que consiste en utilizar una cámara auxiliar, acoplada o paralela al tren óptico de nuestro telescopio para hacer el seguimiento estelar. La imagen de esa cámara auxiliar es procesada por un programa que analiza el movimiento de una determinada estrella y calcula si se ha movido de su posición, enviando a la montura un pulso o señal de movimiento muy leve para corregir la desviación en caso de producirse. Mediante la aplicación de algoritmos de predicción de movimientos (histéresis), la agresividad y la duración máxima de los pulsos podemos conseguir exposiciones muy largas (incluso 10 minutos) con mucha precisión.

¿Qué soluciones de autoguiado hay?

En el mercado encontramos varias soluciones de guiado, algunas más sencillas que otras. Básicamente podemos agruparlas en 3 tipos:

1) Sistemas integrados de autoguiado

Son los más básicos y como ventaja aportan el hecho de que no requieren utilizar un ordenador externo.

Uno de los productos más conocidos de ésta categoría es el Celestron Nexguide. Con un sensor Sony, un pequeño microprocesador incorporado y una salida ST4, este dispositivo es capaz de realizar un autoguiado básico y preciso para pequeños telescopios de aficionado siempre y cuando tengamos una estrella lo suficientemente brillante dentro del campo. Requiere pilas para su funcionamiento y su configuración es sencilla pero bastante limitada. Su precio ronda los 400€ al que tendremos que añadir el precio del tubo guía.

Pros: No requiere ordenador. Muy útil para configuraciones ligeras. Precio.

Contras: Configuración limitada. Requiere estrellas brillantes o cielos poco contaminados. Requiere ST4.

2) Tubo guía, cámara y pc

Quizá es el método más popular entre los astrofotógrafos que usan focales cortas o medias.

Consiste básicamente en montar un pequeño telescopio o tubo guía paralelo al telescopio principal. Este tubo guía tiene conectada una cámara que captura las imágenes (se recomienda una cámara monocromo muy sensible) y las envía a un ordenador donde utilizaremos un programa de guiado como por ejemplo PHD2, que a su vez estará conectado a la montura. El programa analizará la posición de la estrella y mandará las correcciones a la montura.

Podemos hacer guiado por puerto ST4 desde la cámara o bien por pulsos o micropulsos desde el PC, siendo esta última opción la más recomendable.

Ya hablé en otro post anterior de la configuración del PHD si bien este artículo se ha quedado un poco anticuado al estar disponible una versión más moderna del programa. Intentaré actualizarlo en breve.

El precio del conjunto cámara + tubo de guiado ronda los 450€ a los que hay que añadir el ordenador.

Pros: Muy preciso. Podemos reutilizar la solución de autoguiado en diferentes telescopios. Relativamente sencillo de configurar. Configuración flexible.

Contras: Aumenta el peso. Posibles flexiones del conjunto que inducen errores. En invierno requiere cintas calefactables. Requiere ordenador. No es válido para grandes focales.

3) Guía fuera de eje

Este método es el más utilizado en telescopios de gran focal donde un tubo guía se queda «corto» para conseguir la precisión necesaria.

Básicamente consiste en extraer mediante un adaptador con un pequeño prisma una porción de la luz que ofrece el telescopio a la cámara de astrofoto y desviarla hacia una cámara secundaria situada a 90º que se encarga de guiar sobre una de las estrellas del campo.

Esto nos da la ventaja de que estamos guiando sobre el mismo tren óptico del telescopio, con lo cual no hay posibilidad de errores de cono o flexiones.

La principal desventaja es que nos obliga a guiar sobre una estrella del campo, lo que es difícil en algunas ocasiones o nos obliga a utilizar cámaras muy sensibles. También podemos encontrarnos el problema de que nuestro telescopio no ofrece el suficiente backfocus para colocar todos los accesorios (guia fuera de eje, rueda portafiltros, etc…)

Los precios son muy variados en función del fabricante pero entre la guía fuera de eje y los adaptadores y espaciadores podemos irnos a unos 250€ de media más la cámara guía.

Pros: Guiados muy precisos. Menor peso. Única solución válida para grandes focales.

Contras: Problemas de backfocus en algunas configuraciones. Una vez montado conviene no desmontarlo porque corremos el riesgo de perder las distancias al foco. Requiere una configuración muy precisa.

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