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M65, Supernova SN2011B y el primer Saturno de la temporada

dew cold scope

Las condiciones meteorológicas en la totalidad de la Península Ibérica nos obligaron a suspender una vez más nuestras sesiones de observación astronómica previstas para el pasado fin de semana pero ya son demasiados días sin poder salir con los equipos al campo y había que matar el gusanillo de alguna manera. Así que si Mahoma no va a la montaña la montaña tendrá que ir a Mahoma, menos mal que Internet nos ofrece la posibilidad de controlar remotamente telescopios en la otra punta del planeta.

Sesión de observación con telescopios remotos el 30 de enero de 2011

El domingo por la mañana reservamos una sesión de telescopios remotos en la página Mytelescope.com. Durante hora y media podríamos controlar a través de nuestro ordenador un SC10″ situado en Nuevo Mexico. El primer objetivo sería M65 (por error terminamos enfocando a M66), una galaxia espiral en la constelación de Leo que forma parte del famoso «Triplete de Leo«. Con la primera toma de 4 minutos se apreciaba la nebulosidad de la galaxia y poco a poco, a medida que apilábamos las tomas comenzaban a tomar forma los brazos y las zonas más oscuras de la galaxia. Para finalizar realizamos 3 tomas de 6 minutos para resaltar algunos detalles adicionales. En el SC10» y con la cámara CCD la galaxia se escapaba un poco de campo.

 

Nótese que la fotografía corresponde a M66, no a M65

A continuación y picados por la curiosidad de observar nuestra primera supernova dirigimos el telescopio hacia NGC2655, una galaxia espiral barrada en Camelopardalis. Una supernova recientemente descubierta y con magnitud 12,8 debía ser visible a través de este telescopio. Comparando diversas fotografías en Internet no fue difícil identificar la supernova (SN2011B) y nos sorprendió enormemente el tamaño y el brillo de esta. Es difícil imaginar la enorme energía liberada por la explosión de esa estrella y que seamos capaces de observarlo a unos 70 años luz de distancia.

Por último, al finalizar la sesión dirigimos el telescopio hacia Saturno (las puertas del observatorio estaban parcialmente abiertas y nos habían impedido observarlo hasta ese momento). Los característicos anillos del planeta eran perfectamente visibles y se apreciaba considerablemente el cambio de inclinación de los mismos desde la última vez que pude observarlo, el año pasado. No obstante la resolución del telescopio no permitía distinguir la famosa tormenta atmosférica que tanto ha dado que hablar en los últimos meses.

Con esto dimos por finalizada una nueva sesión de observación astronómica, esta vez desde la comodidad de casa, a pesar de las nubes, el frío y la lluvia, pero sin la magia y el encanto que da una observación a pie de telescopio.

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