La estación de energía es pequeña y liviana. Viene acompañada por un conector para el mechero del coche y diversos adaptadores para clavijas de pequeños aparatos eléctricos. Suministra la suficiente energía para disfrutar de una noche completa de observación y solo ha costado 30€, un chollo si tenemos en cuenta la pasta que me estaba dejando en pilas. No es que el ETX sea muy «tragón» en pilas pero hay que cambiarlas de 6 en 6 y las pilas recargables no daban la suficiente tensión nominal para mover la montura de forma ágil.
A la hora de funcionar tan solo tenemos que conectar un extremo del cable al conector del telescopio y cerrar la tapa. Es curioso que la tapa del portapilas del telescopio tiene un pequeño agujero que parece hecho a posta para pasar el cable hacia fuera. Luego conectamos el terminal a la estación de energía en la clavija de 9V y ¡A disfrutar!